lunes, 17 de enero de 2011

16 de enero de 2011

LLegamos a Phuket y nos fue a buscar el dueño del guest house en que nos quedaríamos. Este es un inglés que hace más o menos cuatro años se vino a Karon de vacaciones, luego volvió a Uk y a los dos meses volvió, y luego se fue y a los dos meses volvió a volver y se dio cuenta de que mejor se quedaba por acá. Es un chiste escucharlo hablar en Tai.

El guest house no es una maravilla, pero tiene lo necesario. Salimos a recorrer en busca de un lugar para almorzar, wax for my legs y t-shirts para el Edo.

Almorzamos en un restaurante que nos recomendó el gringo, atendido por unos chiquillos tai de ojos travestísticamente pintarrajeados. La comida estaba wena-wena.

Qué les puedo decir de la depilación Tai. Qué podríamos anticipar en base a la experiencia? Depilan con cera fría, se ponen un buen poco en la mano y va poniéndola y sacándola de un tirón en pedazos chiquititos de piel. El proceso mismo de la extracción del vello en sí no es tan doloroso, pero sí lo es la presión que hacen sobre el cuerpo, que he descubierto que es la única y dolorosa forma en que se hacen las cosas relativas a la belleza y relax en Tailandia. Salí después de una hora mareada como pollo y decidida a hacerme el rebaje by myself.

Mientras yo estaba en lo de la depilación dama, el Edo estaba aburrido. Dice que fue a ver un par de poleras, que no comrpró. Se sentó, me esperó y se aburrió. Caminó y se aburrió. Fue a conocer la playa y llegó disapointed. El quería una cosa como Tulum, y esto es más bien como Viña, pero con la diferencia de que el agua es transparente y tibia. Fuimos a ver el atardecer y pensamos en qué hacer para incrementar la felicidad y acercarse más a lo que el Edo tenía en mente. Luego, fuimos al mercado y nos abastecimos de calzones, calzoncillos y calcetines nuevos de paquete y baratitos.

Luego, ducha y a carretear un poco. Después de pasearnos un buen rato, nos metimos a un restaurante pituco que se llama Bamboo. Primera cosa excelente: el tequila margarita sabe a tequila margarita. Tupendo! Fui por dos. Nos comimos unos aperitivos ricos y bonitos. Al final, pedimos unos cafés y venían con una rama de canela para revolverlos. Yo le pregunto a la chica que atendía que si era cinnamon, para confirmar, y de inmediato se puso toda chinchosa y comenzó a explicarnos larga y dificultosamente que ella era fan de un cartoon chino (catún chaini) que se llamaba algo así como iquosan, y que tenía un amigo samurai que se llamaba cinnamon... todo esto a lo lago de 30 minutos más o menos y mediando un tao-glish incomprensible, más un gran despliegue gestual. Nos dibujó los monos, nos actuó, nos explicó, nos trajo a otras chiquillas del restaurante para que nos explicaran... Ella se llama Keu (Keéu) y dice que es lo mismo que decir "Copa" en su idioma. Yo creo que se enamoró del Edo, porque no lo dejaba en paz.

Nos fuimos felices. Paramos a tomar unas chelas (4) y unos roncola (6) en el bar del hotel, mientras sapeábamos a unos gringos que estaban bastante entonados (uno de ellos hizo un streptease con barco pirata y cara pálida incluído) y luego rematamos con una conversa sobre la complejidad de las relaciones.
Yo le decía al Edo que me doy cuenta de que siempre llevo la interacción al plano personal, y que frente a eso, hay gente que arranca y otra que engancha. Estos últimos son los que me caen bien y con los que puedo armar algo.

Nos fuimos a acostar sólo porque llegaron los pacos y hubo que cerrar el boliche.

2 comentarios:

  1. Felicitaciones por el viaje!!!!!. Se ve que han pasado por las de kiko y kako. Queremos fotos de phuket.
    Besos y abrazos
    los 3

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  2. Gracias papi! Puta, estamos flojos con lo de las fotos, porque por los últimos días sólo nos hemos dedicado a estar echados y dormir siesta, recuperándonos de los viajes. Pero ya va, ya va! Saludos a los 3!!!!

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