lunes, 17 de enero de 2011

15-01-2011

Ah. Se me había olvidado comentar que en el Hotel de Madam Cuc mandamos alguna ropa a lavar, pero los underwears decidimos lavarnos nos. El detergente, puta que era jabonoso (radioactivamente). Para poder enjuagar de verdad, el Edo se tuvo que meter a la ducha con la ropa, lo que finalmente hizo de esta tarea algo sexy. En dos días la ropa no se secó y se puso percán. Estábamos acelerados rearmando maletas para partir al aeropuerto y no nos cabía nada más, menos aún con tal olorcito. Resultado: todos nuestros calzones, calzoncillos y calcetines a la basura. Nos quedamos con lo puesto. Un extraño acto de liberación.

El hotel en que pasamos la noche en Bangkok era a toda raja. Rico. La cama mullida, ducha con cortina, televisión, secador, agua y café gratis... CREMA PARA EL CUERPO! Esto es lujo asiático, o como dice la Nico, "calidad de vida".

Estamos esperando en el aeropuerto para partir rumbo a Phuket. Una vez allí nos quedaremos en una playa que se llama Karon. Dice el Edo que el taxi del aeropuerto al hotel costó 700 baths (20 dólares, 10 lucas), que es bastante caro para lo que hemos estado pagando por acá, pero que no está tan mal si consideramos que es "Karon". Asia tiene un efecto humirístico sobre el Edo, que lo hace estar 10 veces más gracioso y ocurrente que en el oeste (wá).

Mientras revisa su correo, me cuenta que el Franco dice que se ve que estoy más flaca en las fotos... qué maravilla, aunque yo creo que lo que pasa más bien es que en asia a uno se le ve con menor campo visual por lo de los ojos rasgados y por ello, con efecto slim.

No hay comentarios:

Publicar un comentario