lunes, 31 de enero de 2011

Selección de fotos del sudeste:

Acá les dejo una selección de las fotos que más me gustan de este viaje. Sorry por las que están volteadas, pero el blog no me ofrece modo de arreglarlas.


































viernes, 28 de enero de 2011

25 de enero de 2011

Desayunamos y partimos a una calle que nos soplaron que era el epicentro comercial del matute. Era como Patronato, cientos de tiendas, carros y puestos con poleras, vestidos, lentes de sol, artesanías... era bastante barato y todos caímos en la tentación de la compra.
Tratamos de ir al Big Palace, pero como era un webeo lo de la ropa, abortamos misión y nos encaminamos hacia el templo en que se suponía está la imagen de Budha más impresionante de _Tailandia. Nos insolamos bastante en su busca y lo encontramos, impresionantemente grande y echado.
Corrimos de vuelta y al aeropuerto. Debo decir que no me gustó mucho Bangkok, aunque tal vez le daría una segunda oportunidad.


Se acabó el sudeste asiático. Termino este capítulo con:

Lo mejor:
Clase de cocina Thai, Chiang Mai, Tailandia.
Cafecito con pain au chocolat en Luang Prabang, Laos.
Koto Restaurante, Hanoi, Vietnam
Playa Maya, Phuket, Tailandia.

Lo más intenso:
Entrar al primer templo en Chiang Mai, Tailandia.
Feria en Chiang Mai, Tailandia.
Año nuevo en Chiang Mai, Tailandia.
Cruzar la frontera hacia Laos y viajar en bus a Luan Prabang.
Cuchi Tunel, Vietnam.

Lo peor:
Gente tirando pollos en Laos.
Ratas en cada ciudad y país.
Olor a alcantarilla en Karon.
Picaduras de zancudos en cada ciudad y país. 

24 de enero de 2011

Viajamos a Bangkok a medio día. La llegada fue un poco impactante igual, porque es una ciudad grande, irrecorrible en el único día que allí estaríamos. Tiene un río y una serie de canales entremedio, rodeados por callecitas pequeñas, oscuras, más bien sucias y atochadas. Al igual que en Hanoi, casi no existen las veredas, proque están absolutamente ocupadas con comercio callejero. Nuestro hotel es feo, pero suficiente.
Salimos a recorrer el barrio chino, que es una especie de Meiggs pero del porte de Santiago centro. LA RAJA. Yo lo quería todo, pero me porté bien y no compré casi nada, solamente un pescado de plástico dorado onda sorpresa de cumpleaños... cuando lo compré le pregunté a las vendedoras si era chocolate lo que venía dentro y cagadas de la risa me dijeron que sí... las pinzas!!! lo abrimos con el Edo y adentro venía una especie de gelatina café con olor indeterminado, que no nos atrevimos a degustar.
En la noche llegaron Wentz y la Nico, nos juntamos a una chela y a quebrarnos un poco la cabeza pensando en el final de las vacaciones y en nuestra condición de homeless.

23 de enenro de 2011

Hoy picineamos un rato y en realidad descansamos y ahorramos, pensando en que mañana nos vamos a Bangkok y que en realidad la playa ya estaba algo agotadora al final... vimos harta tele, acostaditos y a todo aire acondicionado.

22 de enero de 2011

Hoy nos juntamos y fuimos en la mañana a Kata, la playa que nos queda más cerca de las que nos gustaron. Estuvo piola, pero agotador. En la tarde, tuto, y en la noche, fuimos a cenar con el Edo comida india. Me encanta! Tengo como una fascinación con lo indio, con los hombres, las mujeres y la comida. Confieso que hasta me gustan las películas de Bollywood.

martes, 25 de enero de 2011

21 de enero de 2011

Ayer nos juntamos a almorzar con los chiquillos y decidimos irnos hoy de paseo. El Nico haría los trámites para arrendar un auto (la verdad es que él quería un jeep amarillo, descubierto) y nosotros nos encargaríamos del cocaví. Quedamos a cenar en la noche para ajustar los últimos detalles.
Durante la tarde nosotros nos quedamos encerrados. El Edo durmiendo y la Carolina trabajando en la bitácora, y respaldando fotos. Compramos de cocaví Coca-cola, agua, sanguche de queso, galletas y caramelos de plum.
Fuimos a cenar donde Mr. Good's Seafood. Con la Moni pedimos crabs, a los que dos noches antes amenacé con ir a comérmelos mirándolos fijamente a los ofos. Resultaron ser flacos, chicos y difíciles. Pero en fin. El Edo y el Nico se comieron sendos y picantes platos de "seafood", que incluían un montón de misterios marinos probablemente reciclados de otros platos -creo yo- pero estaban ricos.
Después nos fuimos a caminar a la costanera, quejándonos de lo poco fotografiable de la ciudad, pero nos obligamos a sacar fotos igual. La Moni y el Nico prendieron su globito de papel correspondiente y nos chantamos a tomar chela.
De vuelta, pasamos por La Calle De La Perdición, y como que no quiere la cosa, salió a discusión si entraríamos o no a ver el Ping Pong Show. No ofrecían entrar gratis y consumir, pero los copetes eran carísimos... ante nuestra negativa, el promotor nos cagó porque nos ofreció entrar a 300 bath con derecho a chela (5 lucas c/u), y como era realmente barato, no nos quedó otra sino decidir si entrar o no, ya que no era barrera barrera el precio. Nos pusieron contra la espada y la pared a mi y a la Moni, "que las mujeres decidan" dijeron los chiquillos y accedimos, aunque sin decirlo, ambas medias turulatas bajo el
compromiso de que si era horroroso nos íbamos al tiro.
No era horroroso, pero sí bastante denigrante y a ratos chistoso, lo que ayudaba a despegarse un poco de la connotación absolutamente sexual del espectáculo. Estuvimos sólo un rato y nos sentamos bien lejos del escenario, para evitar el impacto directo.
En el poco rato que estuvimos, vimos:
1. Cerbatana Show
2. Happy birthday Show
3. Fish Show
4. Ping pong Show
5. Banana Show
5. Bird Show
6. Hamster Show
7. Corneta Show
No pienso detallar nada. Lo dejo a la intrepretación/imaginación de cada cual. Nos fuimos con un poco de risa (nerviosa, de mi parte) y pensativos. Yo estaba bastante curiosa inicialmente, y al final quedé un poco triste por las condiciones laborales de las chiquillas.
Hoy los compañeros pasaron a buscarnos a las 9 al hotel, en un flamante toyota yaris sedán. Partimos al sur, de playa en playa. Karon - Kata - Nai Harn - Promthep Cape - Rawai beach. Todas era lendas, maravillosas, incluso Karon: conocimos una parte que no habíamos visto y era bacán. Fue un poco tragicómico el haber descubierto tan tarde que estábamos contiguos al paraíso, sin saberlo. En la última playa, había hartos peces, y pudimos hacer algo de snorkel.
Después fuimos a buscar un lugar para almorzar y encontramos una caleta en la que comimos su buen pescado. Rico. El Nico se empezó a sentir algo mal (stomach ache). Decidimos ir a lo del Big Budha, y parar un rato para que él pudiera descansar y ver si se mejoraba.
Llegamos a lo del Budha no sin antes darnos un par de vueltas locas, por calles ínfimas, perdidas y pobrísimas que no salen mencionadas en los mapas y menos en la Lonely Planet.
Vale la pena ver a Big, porque impacta su expresión y porque es realmente grande, cubierto de piezas de mármol que la misma gente va donando.  Hicimos una pequeña donación (un cuadradito de mármol de 10 x10 cms. en el que anotamos todos nuestros nombres aunque el Nico estaba durmiendo en el auto).
A la salida había un gong y cachamos cómo hacerlo sonar... un cabro chico lo estaba logrando sólo por frotación (mitch).
Intentamos los tres, la Moni, el Edo y yop, pero al Edo fue al único que le rsultó al tiro e intensamente. No voy a hacer ningún comentario.
Fuimos de vuelta a ver al Nico, que no había mejorado y tiraba pa'peor. Volvimos rapidito, lo dejamos en el hotel viendo lo del seguro para solicitar ayuda médica, nosotros quedaríamos al agüaite para partir rajados en el caso de que tuviéramos que acompañarlo al hospital. Finalmente el Nico fue solo al hospital, y lo que tenía era gastroenteritis. Con una inyección se recuperó.

20 de enero de 2011

Ayer nos juntamos con el Nico y la Moni a almorzar. Nos pusimos al día de las respectivas aventuras y luego, fuimos a playear. En la noche nos juntamos para ir de carrete a la calle que la noche anterior con el Edo habíamos cachado y que es medio una locura. Harta gente, muchos bares, estridencia en todo sentido, comercio de todo tipo, minas que ofrecen masajes, minos que parecen minas... la oferta es variadísima:
- Ping Pong show
- Blade show
- Fire show
- Chicken show
- Egg show
- Cat show
... y otros que no alcanzamos a imaginar y que siempre implican una escena vaginal bizarra. Estamos evaluando si entrar o no a alguno de estos espectáculos, pensando en que si no lo hacemos acá, no lo haremos en ninguna otra parte del mundo.
El Nico y el Edo están planificando arrendar un auto y partir más hacia el sur, en busca de playas menos masivas. Se escucha entretenido, veremos si resulta.
Ya quedan pocos días de vacaciones. El 24 partiremos a Bangkok y llegaremos a Melbourne el 25, a buscar casa y demás... cómo se vendrá la vida?
A todo esto, una de estas noches el Edo soñó que veía en la TV un documental en tailandés y que lo que alcanzaba a enteder (nótese, entendía algo) era que mis exageradísimas reacciones corporales se relacionaban con que yo estaba experimentando una "expasión de mis límites". La cagó!!!!!.
Me gusta mucho más esta forma de verlo, porque yo ya estaba psicoseándome con que había agarrado un bunyunyun.
También se me había olvidado comentar que me corté el pelo, igual, pero con más chasquilla. Me costó 5 luquitas. Me lo cortó Paem (lo escribo como suena), una señora tailandesa que sólo se valió de una tijera, una peineta, y la hizo cortísima. Yo le expliqué con mi inglés tan malo como el de ella y entre esto y el lenguaje universal de los gestos nos entendimos a la perfección. Me gustó como quedé.
Lo del teñido de pelo lo estoy evaluando, porque si me queda la cagá, no sé si voy a tener plata o forma de arreglarlo. Y con tanta cosa que me ha pasado, capacito que haga una reacción rara a la tintura y quede peleited.
El Edo se está aplicando con unas "notas al margen" con foco en temas específicos, le están quedando bacanes. Sumo a su lista de virtudes la del buen escribir... lendo!
Mi guacho llegó a la conclusión de que no está hallado en estas playas porque:
1. Esperaba que fueran paradisíacas y no lo son.
2. No tienen identidad propia, están hechas para turistas. En todos los destinos anteriores sentíamos absorver la cultura de cada lugar a cada paso. Acá nada, o casi nada, lo más típico es que te ofrecen a cada rato masajes ("jelou, tai masaaaaaaaat") y lo de los travestis.
A mi me pasa lo anterior, sumado a que encuentro que todo es menos brillante y más sucio de lo que creía.