miércoles, 12 de enero de 2011

08 de enero de 2011

Anoche salimos un rato por un par de cuadras y quedé pasmada con esta ciudad. Algo me hace
amarla profundamente y a la vez sentir en ella una angustia atroz. Llegamos a nuestro hotel,
baratísimo, con gente sonriente y joven que te agarra firme pal webeo con poco sentido de
límites. Aunque desconfiamos de todo, igual acá uno siente que existe cierta complicidad
con el turista que si la cachas bien, te facilita la vida.

Encontramos una papelería ma-ra-vi-llo-sa y un restaurante de lo más chic. Nos tomamos un
café y comimos unos postres deliciosos. El café acá tiene un olorcito a chocolate que lo hace
medio dulzón y algo adictivo.

Hoy salimos de paseo por nuestra propia cuenta, porque el tour que quisimos tomar no estaba
disponible. Tomamos un taxi según las indicaciones y previsiones de nuestra anfitriona y
fuimos al mausoleo de Ho Chi Minh y al museo correspondiente.

La cagó. Toda una serie de normas y revisiones para entrar y no sabíamos por qué hasta que
entramos al mausoleo y vimos al Mismísimo, encapsulado en un féretro de vidrio. Es
sobrecogedor, se le ve íntegro y plácido. Hay que entrar sin cámara y de manos a los lados.
No sabemos qué es esto, vamos a averiguar.

http://es.wikipedia.org/wiki/H%E1%BB%93_Ch%C3%AD_Minh

Luego nos encaminamos al museo histórico que es de una modernidad excentricidad setentera
impresionante, lleno de alegorías y arte sobrecargado. Interesantísimo. Salimos y fuimos a la universidad más antigua de Vietnam (1000 años). El camino era brutal, por los cruces... la verdad es que cruzar una avenida es un desafío al temple y a la capacidad de reacción. Logramos llegar y bueno, era muy bonito. Impresionante y fotográfico todo lo que vimos allí. Al fondo estaba Confucio, quien inspiró el concepto
mismo de la obra.

Al salir nos fuimos a Koto, un restaurante recomendado en la Lonely Planet. Ahí nos enteramos que cuenta con valor agregado, al ser escuela parea chiquillos en riesgo social, quienes allí aprenden un oficio y ganan sus monedas. La comida era espectacular, rica, y filo, nos atrevimos a a comer verduras frescas no más, cosa que no habíamos hecho en todo el trayecto hasta ahora. Valió la pena el riesgo aunque ya estoy con churrete, aunque un poco no más.

Nos volvimos al hotel y pasamos a comprar tickets para el show de water puppets que parece
ser uno de los espectáculos más tradicionales y propios de esta nación. Aprovechamos de
consultar el valor de los cascos que obviamente nos vamos a comprar (chorísimos) y el Edo se
matriculó con su gorrita guevarística que lo hace sentir todo un revolucionario.

En la tardecita nos fuimos de shopping, principalmente por el frío. Yo me compré imitaciones
north face de un polerón polar y un cortavientos pulento, naranjo radiante. Sumamos a la onda
"fake" una mochila de la misma marca que trabajará como mi bolso de mano. El Edo se compró
calcentines. Mañana nos falta sólo ir por mi casco, la voy a romper!!! J. Me entró la
onda consumo y me dieron ganas de comprarme zapatillas.... veremos.

Ahora estamos de vuelta en el hotel y al fin nos pudimos conectar con mi pc a una red de
internet... me gusta Hanoi!!!

Es realmente impresionante lo que se puede cargar sobre los hombros, la cabeza, en una bici o en una moto. Una casa o un negocio entero. Cuál será el sentido último de estos sombreros cónicos?

Igual hace más frío que la mierda. Había unos paseos maravillosos que no hicimos por esta razón. Hoy vitrineamos un crucero pirulísimo (sólo por cachar) en cuya publicidad aparecía nada más y nada menos que una botella de 120 tres medallas varietal coronando una mesa de lujo. Tanto acá como en Laos abundan en las cartas los vinos chilenos.... qué orgullo!

Quisiera saber quién vivió y vive en la periferia de la ciudad, en la que se ve esta arquitectura cincuentera que no está para nada incorporada en el inconciente colectivo de Hanoi. En esta parte , la ciudad pareciera estar deshabitada, los edificios están casi completamente apagados, excepto por el primer piso. La gente hace la vida en el primer piso y afuera, en la calle. Dice el Edo que eso se conserva de la tradición antigua.

3 comentarios:

  1. jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, no pude dejar de reir como en 10 minutos con tu llamada por fono a Chile... que la raja el viaje y me encanta -y agradezco- que lo compartan porque así uno también virtualmente viajar. Un abrazo grande para los dos y sáquete una foto con tu casco pa verte... Les mando un link de regalo: esto es lo primero que vino a mi cabeza cuando leí que estaban en Hanoi:
    http://www.youtube.com/watch?v=iEYtUcIKHTM&feature=related
    Está lindo el BLOG!!!!!

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  2. pucha... quize ver el link de you tube, pero me apareció lo siguiente:
    "Este vídeo incluye contenido de Sony Music Entertainment, que lo ha bloqueado en tu país por motivos de derechos de copyright."
    La censura también se relaciona con la tacañería???

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  3. Cagamos! Nos cayó la censura encima!!!! Qué mala onda!!!

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